Esta
imagen presenta la primera xilografía realizada en el curso, donde se muestran
dos caras contrapuestas a través de gruesos trazos de líneas que siguen una
misma dirección para crear luces y sombras. Me he inspirado en varias culturas
para crear estos retratos: desde la egipcia (con sus cánones de ojos mirando al
frente, rostro de perfil y postura estática) pasando por la africana (líneas y
puntos cruzando los rostros para representar la pintura y distintas incisiones
típicas de cada tribu), hasta llegar a la azteca (imágenes esquematizadas pero
a la vez recargadas). Con esto he pretendido crear una visión del rostro que,
aunque arcaica, tiene infinidad de soluciones artísticas que se pueden
compaginar con las tendencias contemporáneas actuales.
En
cuanto a la técnica, el proceso de la obra se realizó usando una matriz de
contrachapado de 7 mm. de grosor. Con la ayuda de un papel de calco
(previamente habiendo invertido la imagen) se transfirió el diseño y con la
ayuda de gubias en “U” y “V” (la segunda principalmente) se talló en su superficie, eliminando de la
matriz las zonas blancas del diseño. La estampación de la xilografía puede ser
mediante tórculo, pero en este caso se realizó de manera manual, transfiriendo
la imagen por medio de la presión ejercida con una cuchara de madera sobre el
papel estando en contacto con la plancha entintada.
El diseño de esta matriz a sido transferido a dos tipos de papel: fabriano rosaespina y arakaji. El primero (que corresponde a la primera imagen) recoge la tinta en su totalidad y no permite escalas de grises, mientra que el arakaji (segunda imagen) ofrece un una amplia tonalidad de grises según la presión que se le ejerza en cada zona.